Sistema de adivinación de Ifá en tierra Yoruba (Nigeria)
El 25 de noviembre de 2005 la UNESCO declaró al sistema de adivinación de Ifá, como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
En la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad la UNESCO entiende como Patrimonio Cultural Inmaterial “las prácticas, representaciones y expresiones, los conocimientos y las técnicas que procuran a las comunidades, a los grupos y a los individuos un sentimiento de identidad y de continuidad con su historia y su cultura”. Los objetos, los espacios culturales, los ritos, las representaciones teatrales, los textos literarios orales o escritos asociados a estas expresiones
integran el Patrimonio Cultural e Inmaterial (Intangible) de la Humanidad.
El patrimonio cultural inmaterial se manifiesta en tradiciones y expresiones orales, en artes del espectáculo, en prácticas sociales, rituales y festividades, en conocimientos y prácticas relacionados con la Naturaleza y el universo, en las técnicas propias de la artesanía tradicional.
El patrimonio cultural inmaterial se transmite de generación en generación, lo recrean permanentemente las comunidades y los grupos en su propio medio en función de su interacción con la Naturaleza y con su Historia. La salvaguarda de este patrimonio es una garantía de que la diversidad cultural de la Humanidad sea sostenible. La UNESCO tiene cuatro programas importantes en este campo: la Proclamación de las obras maestras del patrimonio oral e inmaterial de la Humanidad, los Tesoros humanos vivos, las Lenguas en peligro y la Música tradicional del mundo.
En el año 2005 se hizo la Tercera Proclamación de obras maestras merecedoras de ser consideradas Patrimonio Oral e Inmaterial (Intangible) de la Humanidad. Entre el 21 y el 24 de noviembre, un jurado de 18, presidido por la Princesa Basma Bint Talal de Jordania, analizó y evaluó 70 candidaturas con sus respectivos expedientes y eligió 43 obras maestras, como ejemplos excepcionales de la riqueza y la diversidad del patrimonio cultural e inmaterial de la Humanidad, entre ellas el sistema de adivinación de Ifá.
El sistema de adivinación Ifa, que recurre a un gran corpus de textos y de fórmulas matemáticas, se practica en las comunidades yorubas y en la diáspora africana de las Américas y el Caribe. La palabra Ifa refiere al personaje místico Ifa u Orunmila, que los yorubas consideran como la divinidad de la sabiduría y del desarrollo intelectual.
En contraste con otras formas de adivinación de la región que recurren a un médium, la adivinación Ifa no depende de una persona que tiene poderes misteriosos o proféticos, sino de un sistema de signos que son interpretados por un adivino, el sacerdote Ifá o babalawo, literalmente “el padre del misterio”. Se aplica el sistema de adivinación Ifa cada vez que se ha de tomar una decisión individual o colectiva importante.
El corpus literario Ifa, llamado odu, consta de 256 partes subdivididas en versos llamados ese, cuyo número exacto es desconocido porque están en constante aumento (hay alrededor de 800 ese por odu). Cada uno de los 256 odu tiene su firma adivinatoria específica, que es determinada por el babalawo, quien utiliza nueces de palma sagradas y una cadena de adivinación. Los ese, considerados como la parte más importante de la adivinación Ifá, son cantados por los sacerdotes en un lenguaje poético. Estos versos reflejan la historia, la lengua, las creencias, la cosmovisión de los yorubas y también las cuestiones sociales contemporáneas. El conocimiento del Ifa se ha preservado dentro de las comunidades yorubas y se ha transmitido entre los sacerdotes Ifa.
Bajo la influencia colonial y las presiones religiosas, las creencias y prácticas tradicionales fueron objeto de discriminación. Los sacerdotes Ifa, la mayoría de los cuales son ya ancianos, sólo disponen de medios muy modestos para mantener la tradición, transmitir su conocimiento complejo y formar a los que han de sucederles. Por consiguiente, la juventud y la población yoruba están perdiendo interés en practicar y consultar el sistema de adivinación Ifa, lo que va acompañado de una intolerancia cada vez mayor hacia los sistemas tradicionales de adivinación en general.
El 25 de noviembre de 2005 la UNESCO declaró al sistema de adivinación de Ifá, como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
En la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad la UNESCO entiende como Patrimonio Cultural Inmaterial “las prácticas, representaciones y expresiones, los conocimientos y las técnicas que procuran a las comunidades, a los grupos y a los individuos un sentimiento de identidad y de continuidad con su historia y su cultura”. Los objetos, los espacios culturales, los ritos, las representaciones teatrales, los textos literarios orales o escritos asociados a estas expresiones
integran el Patrimonio Cultural e Inmaterial (Intangible) de la Humanidad.
El patrimonio cultural inmaterial se manifiesta en tradiciones y expresiones orales, en artes del espectáculo, en prácticas sociales, rituales y festividades, en conocimientos y prácticas relacionados con la Naturaleza y el universo, en las técnicas propias de la artesanía tradicional.
El patrimonio cultural inmaterial se transmite de generación en generación, lo recrean permanentemente las comunidades y los grupos en su propio medio en función de su interacción con la Naturaleza y con su Historia. La salvaguarda de este patrimonio es una garantía de que la diversidad cultural de la Humanidad sea sostenible. La UNESCO tiene cuatro programas importantes en este campo: la Proclamación de las obras maestras del patrimonio oral e inmaterial de la Humanidad, los Tesoros humanos vivos, las Lenguas en peligro y la Música tradicional del mundo.
En el año 2005 se hizo la Tercera Proclamación de obras maestras merecedoras de ser consideradas Patrimonio Oral e Inmaterial (Intangible) de la Humanidad. Entre el 21 y el 24 de noviembre, un jurado de 18, presidido por la Princesa Basma Bint Talal de Jordania, analizó y evaluó 70 candidaturas con sus respectivos expedientes y eligió 43 obras maestras, como ejemplos excepcionales de la riqueza y la diversidad del patrimonio cultural e inmaterial de la Humanidad, entre ellas el sistema de adivinación de Ifá.
El sistema de adivinación Ifa, que recurre a un gran corpus de textos y de fórmulas matemáticas, se practica en las comunidades yorubas y en la diáspora africana de las Américas y el Caribe. La palabra Ifa refiere al personaje místico Ifa u Orunmila, que los yorubas consideran como la divinidad de la sabiduría y del desarrollo intelectual.
En contraste con otras formas de adivinación de la región que recurren a un médium, la adivinación Ifa no depende de una persona que tiene poderes misteriosos o proféticos, sino de un sistema de signos que son interpretados por un adivino, el sacerdote Ifá o babalawo, literalmente “el padre del misterio”. Se aplica el sistema de adivinación Ifa cada vez que se ha de tomar una decisión individual o colectiva importante.
El corpus literario Ifa, llamado odu, consta de 256 partes subdivididas en versos llamados ese, cuyo número exacto es desconocido porque están en constante aumento (hay alrededor de 800 ese por odu). Cada uno de los 256 odu tiene su firma adivinatoria específica, que es determinada por el babalawo, quien utiliza nueces de palma sagradas y una cadena de adivinación. Los ese, considerados como la parte más importante de la adivinación Ifá, son cantados por los sacerdotes en un lenguaje poético. Estos versos reflejan la historia, la lengua, las creencias, la cosmovisión de los yorubas y también las cuestiones sociales contemporáneas. El conocimiento del Ifa se ha preservado dentro de las comunidades yorubas y se ha transmitido entre los sacerdotes Ifa.
Bajo la influencia colonial y las presiones religiosas, las creencias y prácticas tradicionales fueron objeto de discriminación. Los sacerdotes Ifa, la mayoría de los cuales son ya ancianos, sólo disponen de medios muy modestos para mantener la tradición, transmitir su conocimiento complejo y formar a los que han de sucederles. Por consiguiente, la juventud y la población yoruba están perdiendo interés en practicar y consultar el sistema de adivinación Ifa, lo que va acompañado de una intolerancia cada vez mayor hacia los sistemas tradicionales de adivinación en general.
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